jueves, 2 de julio de 2009

Sobre dios y las drogas

La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo 130, define como histórico el principio de la separación de la Iglesia y el Estado, idea que en sí misma implica la laicicidad de éste y de sus representantes.
El pasado viernes 26 de junio, el titular del Poder Ejecutivo, Lic. Felipe Calderón, hizo un desafortunado comentario, que para quienes deseamos respeto por nuestra postura ante la religión, resultó inadecuado. En el marco del Día Internacional Contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas, que tuvo lugar en la residencia oficial de Los Pinos, el Lic. Calderón relacionó la caída de los jóvenes en las drogas con su ateísmo. Esto resulta sorprendente, no sólo porque un funcionario público de un Estado laico no debería tomarse libertades para expresar en un acto oficial su opinión sobre religión, sino también porque la mayoría de los estudios serios sobre las adicciones entre los jóvenes apuntan a cuestiones mucho menos etéreas como atenuantes para que éstos se involucren en las drogas, como la falta de espacios educativos, los bajos ingresos familiares, el desempleo y la pobreza, temas todos que le deberían ser de más interés al ejecutivo, que la fe o el ateísmo de sus gobernados.

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo en que en un estado laico deberia de abstenerse de hacer comentarios al respecto o relacionarlos en ningun aspecto.
    En un estado en el que mas del 87% de la poblacion se declara católica y solo el 2.5% se declara sin religión, me pareceue deberíamos de dejar de espantarnos en que hable de religión o se declare religioso un servidor público, esta me parece que deberia ser algo que ya debería de eliminarse pues es rídiculo, desde mi punto de vista que alguien que se declare religioso tenga que esconder su religiosidad por ser servidor publico.
    Veamos tan solo la toma de posesión de Obama en EU, su declaracion termina "con la ayuda de Dios", en el evento un ministro bendijo su mandato, porque debemos espantarnos nosotros porque hablen de religion los servidores publicos.
    Me parece que negarnos a nosotros mismos y a nuestra cultura.
    Bueno, eso digo yo.

    Saludos.

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  2. De acuerdo, cualquier Estado respeta las demás religiones y de la misma manera las religiones respetan a cualquier Estado.
    La duda que me surge es si el concepto de Dios tiene que ver con los asuntos del Estado, bueno si es que el concepto es válido para esta realidad.

    Sin más, mi página Violence Total.
    Gracias.

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