lunes, 29 de junio de 2009

Cuenta regresiva

A una semana de las elecciones, las campañas electorales están llegando a su fin y al reflexionar sobre los contenidos de las mismas, nos damos cuenta de que una vez más los pleitos, las acusaciones y las descalificaciones entre partidos ocuparon el lugar central, muy por encima de las propuestas.

En un entorno caracterizado por un preocupante escenario económico, con numerosos puestos de trabajo perdiéndose y con una población vulnerable en serio riesgo de caer en condiciones aún más alarmantes de pobreza, los candidatos y partidos políticos han dejado ver que no consideran que abordar la manera de enfrentar estos temas sea una prioridad en las campañas. En cambio, vemos que piensan que la mejor manera de ganar votos es descalificando y resaltando los errores cometidos por sus contrincantes.

Dentro de todo el debate acerca de la utilidad de la anulación del voto, algunos de los que han censurado esta posibilidad han argumentado que la población tiene el deber de evaluar a los candidatos y sus propuestas y optar por el que le parezca la mejor opción o, en el peor de los casos, por el que le parezca el menos malo. Lo preocupante aquí y lo que inquieta cuando nos cuestionamos si es suficiente este argumento para votar por alguna de las opciones, es que la misma campaña de los partidos políticos parece expresar que efectivamente se trata de una contienda para elegir a la opción menos mala de todas.

El que los partidos se concentren en resaltar las debilidades de sus competidores en lugar de en demostrar con propuestas que tienen buenas ideas para gobernar, revela que hemos aterrizado en una normalidad en la que nuestros procesos electorales se desarrollan bajo la presuposición de que se trata de una carrera en la que ganará aquel que consiga desacreditar con mayor éxito, esto quiere decir que ganará aquel que consiga convencer al mayor número de personas posible de que es el menos malo de todos los candidatos.

Por lo que podemos ver en las plataformas de los partidos, cada uno tiene una serie de ideas y propuestas sobre el tipo de acciones que deben impulsarse desde los cargos públicos. Podríamos preguntarnos: ¿qué revela el que estas propuestas no aparezcan en los principales mecanismos de campaña electoral, como son los spots de radio y televisión? La respuesta puede ser o que las propuestas que aparecen en las plataformas no son realmente representativas de los candidatos, o que los partidos políticos consideran que la forma más efectiva de ganar una elección no es intentando ganarse a la gente a través de propuestas, sino a través del realce de las deficiencias de los otros.

Si la respuesta es la segunda, me parece que estamos sumergidos en una manera perniciosa de hacer política, que debe ser superada. Habiendo considerado esto me parece que la pregunta adquiere todavía más relevancia: ¿Es deber de los ciudadanos votar por el menos peor de los candidatos o hacerlo así es alimentar esta manera de hacer política? La respuesta está en cada persona. Cada una tiene una manera diferente de enfrentarse a las propuestas y los candidatos que están en contienda.
El deber de cada una es tomar una decisión, pero hacerlo con la conciencia de que lo hace informadamente.

Debate entre Beatriz Paredes, Jesús Ortega y Germán Martínez 1ª parte

jueves, 25 de junio de 2009

La democracia del silencio II


“Uno no puede ver más allá de una elección que no entiende.” – Oráculo de Matrix

Viendo hace unos días una discusión de la película “The Matrix”, me encontré bastante sorprendido al encontrar una frase muy exacta a la situación de las elecciones en México, a su vida política y al cómo los políticos manejan a ciudadanos como todos nosotros. En la película, las máquinas llegan a tal punto en el que controlan a los seres humanos; los conectan a una realidad virtual inexistente y los usan como baterías para ellas mismas, y la verdad es que lamentablemente creo que así nos manejan los políticos a nosotros.

Nos conectan a una realidad virtual llena de propuestas maravillosas, donde todo es perfecto y donde todo problema tiene solución con su sabia intervención a cambio de nuestro voto. Nos llenan el ambiente y nuestros medios de comunicación con las maravillas que será nuestro día a día si les damos nuestro instrumento cívico más valioso: el voto. Lo malo es que elección tras elección, pasa lo mismo y ellos siguen haciéndose más fuertes mientras nos dan atole con el dedo. La única y falsa solución que se ha visto es la de abstenerse o anular nuestro voto, pero a final de cuentas eso es mantenerse en la misma situación. Debemos de darnos cuenta de que la realidad es otra, y que así como en la matrix, aquí en nuestro mundo también al final de cuentas la política es algo creado por todos nosotros por lo que podemos cambiar de raíz el problema y sacar a esos falsos profetas de la salvación nacional. Nuestro voto es la mejor arma para decir que aquí estamos, y queremos luchar por un mejor México. Y al tirar o abstener de usar nuestra arma, nos enfrentamos a una vieja y mañosa máquina que no tendrá piedad sobre nosotros. Como ciudadanos nos toca defender lo nuestro, y por ende yo creo sería útil cambiar una serie de cosas en la política nacional.

Muchos a veces nos quejamos de Estados Unidos, pero en mi humilde opinión ellos tienen una democracia más sana. Existe la reelección, que es una herramienta ciudadana para decirle a los políticos que tienen determinado tiempo para dar resultados o de lo contrario saldrán del puesto. El contacto directo de los legisladores con su ciudadanía, los cuales pueden hacer una cita y el está obligado a atenderlos. O si no les parece suficiente; ahí les va mi preferida de todas. La capacidad que tiene cualquier ciudadano que al recaudar cierta cantidad de firmas puede crear una propuesta de ley, la cual es llevada con los legisladores y puesta a elección por la misma ciudadanía.

Yo me sigo preguntando, cuándo nos pidieron nuestra opinión los legisladores con respecto al tema del aborto, la legalización de la marihuana, o de la muy polémica pena de muerte. Con el sistema político actual, tendría que quedarme sentadito junto a ustedes un buen rato para que esto suceda, si es que sucede. Es por eso que con nuestro voto podemos hacer el cambio; y no dejando nuestra boleta en blanco, dejando de ir a votar o pintándole una pintoresca barba a la foto del candidato. Una verdadera democracia a final de cuentas no reniega de sus mismas bases y el poder cívico, pues si no, deja de ser democracia.
Unámonos como ciudadanos para reflexionar, analizar, y proponer una sana vida política. Para eso creamos Cancha Ciudadana, y para eso estamos con ustedes.

lunes, 22 de junio de 2009

La democracia del silencio


“La democracia no es el silencio, es la claridad con que se exponen los problemas y la existencia de medios para resolverlos.”
Enrique Múgica Herzog (1932-?) Político español

Me encontraba hace unos momentos haciendo un experimento cibernético en donde inicié una búsqueda con el título “anular voto” y me encontré horrorizado una saturación de información al respecto con tan solo 800,000 sitos de internet hablando de las maravillas de anular nuestro voto en las próximas elecciones. La mayoría de estas, insertadas por los medios de comunicación que predominan en nuestro país. No me gusta ser paranoico pero todo esto me suena a algún interés de por medio, a querernos guiar en la manera en que votemos. Lamentablemente, somos un país que cree todo lo que la caja idiota llamada televisión y los otros medios nos dicen. Ellos nos dictan cómo pensar y cómo actuar, el cómo vivir y el cómo ser dirigidos e incluso el cómo votar. Son muy pocos los mexicanos que en verdad investigan sobre que van a hacer por su voto, analizan y hacen una racionalización adecuada. Es por esto mis amigos, que les quiero recordar de nuevo las bases y orígenes de la democracia y el cómo anular el voto o el no votar en sí es una manera de callar y de seguir otorgando el poder a esos políticos que pelean por un puesto como hienas con la carroña.

Desde las épocas de Aristóteles se planteó que el poder nace del pueblo, y el mismo pueblo elegirá a uno de ellos como su representante, el cual buscará exponer todos los problemas de esa sociedad y buscará los medios y las maneras para solucionarlos. Lamentablemente, todo esto se corrompió y el ser político se volvió una especie de superhombre, o incluso de otra especie. Uno deja de ser humano y se vuelve político. Es mi humilde opinión que esto pasó por culpa de todos nosotros que los dejamos convertirse en dioses, y al hacer esto dejaron de voltear a vernos. Si un político roba, es porque lo hemos dejado robar. Hemos cosechado las generaciones de políticos que tenemos por olvidarnos de nuestro propio valor. Somos nosotros la democracia, nosotros somos el cambio. Ninguna propuesta electoral actual va a cambiar a menos que no cambiemos nuestra mentalidad y recordemos. Recordemos que nosotros somos la democracia y nosotros somos nuestro país. La solución no está en anular nuestro voto o en ausentarnos pues ahí reside el gran silencio. Mejor alcemos la voz y propongamos, generemos y actuemos. Comencemos a estar en movimiento, y no solo quedarnos sentados viendo la televisión y quejarnos de nuestra situación.

Hasta que no nos demos cuenta de esto, y renovemos nuestra democracia desde las mismas bases, no cambiará nada. Por ahora los líderes políticos nos creen tener como borregos en el corral, dormidos comiendo propuestas con una rica apariencia, pero con ningún valor nutrimental ya que solo nos engordan para luego usarnos a sus expensas. Nadie nos dará el México que queremos si nunca se enteran de qué es lo que los mexicanos exigimos.

Alza la voz, comenta, lee, participa, busca, analiza y vive la democracia. En Cancha Ciudadana te queremos oir.

viernes, 19 de junio de 2009

¿Voto Razonado?

"¿Uno que no sepa gobernarse a sí mismo, cómo sabrá gobernar a los demás?

El pasado miércoles se llevó a cabo el ciclo de mesas redondas de "Voto Razonado", en la cual participaron intelectuales, representantes del IFE e incluso algunos ciudadanos con propuestas.

Existen diversas posturas sobre el voto en blanco, sin embargo hemos encontrado que no hay propuestas concretas por parte de los diferentes actores para evitar el voto en blanco.

Lo que si hemos observado es que hay muchos peligros para el voto en blanco, ya que como no tiene un buen diseño no nos proporcionan seguridad de que nuestras propuestas puedan escucharse en el congreso, una vez que esté conformado. Creo que la mayoría de la población tiene la creencia de que el hecho de anular el voto o de votar en blanco e incluso de no votar va a generar un movimiento en el que el congreso y en especifico los partidos políticos cambien su actitud y por tanto se puedan obtener mejoras en el país.

¿Será cierto?

En la realidad el congreso se va a conformar por 500 diputados 300 de elección directa y 200 de representación proporcional, sin importar que quienes ganen sean con el porcentaje mínimo de votación, como ya lo vimos en la elección presidencial de 2006 en la que se gano con un poco más del 30 por ciento de los votos del 100% de electores.

Creo que la mejor forma de protesta es votar con conciencia y observando las plataformas de cada Partido Político, la viabilidad de sus propuestas y finalmente la exigencia REAL del cumplimiento de cada propuesta. El discurso político está impregnado de errores, falacias, utopías sin embargo siempre es posible exigir y debemos comenzar por participar ACTIVAMENTE y no solo quedarnos observando desde la comodidad de nuestras casas.

jueves, 18 de junio de 2009

¿Promesas de campaña ante notario público?

Hace pocos días el empresario Alejandro Martí comentaba que los partidos obtendrían el compromiso del voto ciudadano bajo la condición de que los candidatos hicieran sus propuestas de campaña ante notario público. Lo anterior implica el hecho de que las propuestas se vuelvan más creíbles, y que hubiera un mecanismo de exigibilidad de los ciudadanos hacia sus gobernantes ¿Crees que este mecanismo sería efectivo para que los ciudadanos electos cumplan sus promesas de campaña? ¿Crees que esto aumentaría la cultura de transparencia y rendición de cuentas por parte de los organismos gubernamentales en el país?

miércoles, 17 de junio de 2009

¿Guerra sucia, otra vez?

En las últimas horas las noticas nacionales no han parado de hablar acerca del PRD y la candidatura a la delegación de Iztapalapa. Después del discutido triunfo de Jesús Ortega como dirigente nacional del PRD se lanzó una gran campaña demostrando una nueva faceta, sin embargo, una vez más lo único que nos demuestran es que siguen profundamente divididos y que cada grupo es capaz de pisar a sus compañeros de partido con el fin de mantener el poder.

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que las elecciones internas del PRD para la elección al delegado de Iztapalapa, cuya ganadora había sido Clara Brugada, habían sido fraudulentas por lo que el día de ayer le ordenó a la dirigencia del PRD capitalino registrar a la candidata Silvia Oliva en un plazo de seis horas, resolución que hasta el día de hoy a las 8:00 am de la mañana no había sido acatada.

Por otro lado, ayer Andrés Manuel López Obrador acudió a un mitin de Rafael Acosta candidato a la delegación de Iztapalapa por el PT, ahí Acosta se comprometió a renunciar a su cargo en caso de ganar la delegación dejando a Clara Brugada a cargo. Es claro que la delegación la tiene ganada el PRD sin embargo, al no registrar a Silvia Oliva corren el riesgo de quedarse sin un candidato lo que beneficiaría al PT y nos hace preguntarnos ¿Dónde queda la democracia?, ¿Por qué es tan importante tener el control de Iztapalapa?

Todos sabemos que nuestras instituciones no son las mejores sin embargo, si un partido político no acata la ley entonces quien lo va hacer. No se han dado cuenta de la apatía que se tiene por la política y los políticos, si la ciudadanía vota por un candidato él debe de ejercer el cargo, él se compromete con los votantes. Al final de que sirve votar por un candidato si sustituirlo es tan fácil.

¿Es lo mismo no acudir a votar que anular el voto?

Las campañas a favor de la anulación del voto han marcado el proceso electoral de este año, provocando un gran número de comentarios y análisis al respecto, desde los que consideran que la anulación del voto es un derecho de la ciudadanía que debe tener repercusiones en el sistema de partidos hasta los que señalan que es un atentado contra la naciente democracia en nuestro país.

Al escuchar muchos de estos comentarios, me queda la impresión de que con el propósito de argumentar a favor de su posición particular, muchos han perdido la objetividad, atacando violentamente la opinión contraria. El erróneo y a veces mal intencionado tratamiento de la diferencia entre el abstencionismo electoral y la anulación del voto, y las implicaciones de cada uno, es una muestra de esto.

Independientemente de si se considere útil, acertado o plausible anular un voto, me parece que en toda esta discusión hace falta establecer distinciones, a mi modo de entender, bastante claras. La votación popular como mecanismo para la elección de los representantes públicos es el vehículo establecido legalmente para la participación ciudadana en este tipo de elecciones. Por lo tanto no debe calificarse la anulación del voto en la papeleta electoral como un rechazo a la participación, aunque sí pueda decirse que es una decisión de no influir en el resultado de la elección que arrojaría a los representantes que irían a los diversos cargos públicos. Decir que la anulación del voto es un golpe a la democracia de la misma forma que lo es el abstenerse de votar me parece un error y a veces una mentira intencional.

Lo que habría que preguntarse es cuál es la intención de aquellas personas que piensan anular su voto. Evidentemente no es incidir, en el periodo inmediato, en quiénes ocuparán los cargos públicos en juego, pero no veo por qué no sea legítimo el que sus intenciones estén vinculadas con objetivos en el mediano y largo plazo.

No sé en qué medida un alto porcentaje de anulación del voto podría tener efectos reales con el tiempo en el sistema político y en el sistema de partidos en México, pero me parece claro que los ciudadanos tienen el derecho legítimo a buscarlos por los mecanismos legales que consideren pertinentes. En varios países el voto en blanco tiene consecuencias directas sobre el sistema de partidos, por ejemplo restando financiamiento a los mismos. Ese no es el caso en México, pero la participación ciudadana puede avanzar en dirección a que el sistema político atienda bajo mecanismos más eficaces sus demandas.

Lo que a mi parecer queda claro es que el arraigo que ha tomado este movimiento a favor de la anulación del voto refleja el descontento de una buena parte de la población mexicana con su sistema de partidos y con su clase política. Habría que luchar por que existan los mecanismos para que la ciudadanía esté representada en los órganos públicos y en los sistemas de elección popular.

Con lo que no estoy de acuerdo es con la descalificación de unos y otros a las voces que manifiestan su preocupación por el resultado de las elecciones, por un lado, y a las que ven en esta acción un medio para incidir en una transformación de nuestro sistema de partidos, por el otro. Creo que ambas posturas son respetables y que en ambos campos hay mucha materia para el debate. Me parece que en la medida que discutamos estos temas con mayor respeto hacia las posturas opuestas, avanzaremos en la conformación de una nación más propensa a considerar al otro, lo cual se vería reflejado en la postura de los políticos hacia los ciudadanos.

lunes, 15 de junio de 2009

Zapatero a su zapato

La mayoría de nosotros hemos sido testigos de cómo algunos partidos políticos utilizan en sus campañas electorales, la imagen de varios personajes del medio del espectáculo. Un claro ejemplo de ello son los anuncios del Partido Verde Ecologista de México, en los que los actores de Televisa Raúl Araiza y Maite Perroni expresan su opinión sobre las propuestas del PVEM. Más allá de los reclamos que esto ha suscitado en torno a su legalidad o ilegalidad, cabría preguntarse ¿a qué clase de debate pretenden orillarnos los partidos que basan su propaganda en la opinión –respetable pero poco erudita- de personas cuya profesión o especialidad, nada tienen que ver con el acontecer político nacional?

Si lo que el PVEM buscaba era añadir seriedad a su campaña y captar la atención de los ciudadanos preocupados por el desempeño de sus representantes, usar como imagen la recomendación de dos actores de Televisa no resulta el medio más adecuado.
Si por otro lado lo que se buscaba era obtener popularidad usando la imagen de dos personajes ampliamente conocidos por el grueso de la población que alimenta su apetito cultural con los contenidos de Televisa, el camino parece el indicado. Sin embargo, ¿no resulta indignante para la inteligencia de quienes nos consideramos ciudadanos serios y comprometidos con nuestra sociedad, el que nuestra clase política tome con tan poca seriedad su trabajo? ¿Por qué no pedir la opinión de los especialistas en los temas a tratar? Si necesito un médico seguro no buscaré un mecánico, así que si de lo que estamos discutiendo es de política y derecho ¿por qué recetarle a la ciudadanía la opinión de dos actores telenoveleros al respecto?

martes, 9 de junio de 2009

¿Voto informado sin información?

Se ha hecho mucho énfasis en esta época electoral que como ciudadanos tenemos que acudir a las urnas de manera informada. Que sin importar por quién votemos, es necesario informarnos adecuadamente sobre nuestras opciones, y luego decidir a qué candidato y a qué partido le damos nuestro voto.

Pero ¿es posible que se pueda emitir un voto informado sin siquiera saber a ciencia cierta quiénes son los candidatos que compiten por las diferentes curules en el congreso, o puestos en las gobernaturas o presidencias municipales? Aún cuando se supiese la información acerca de quiénes postulan sus nombres para ser elegidos, ¿se puede votar informadamente sin tener acceso a la trayectoria académica, laboral y política de los candidatos en cuestión?

Estos casos se encuentran presentes en los 12 estados que tendrán contiendas electorales locales el próximo 5 de julio. En general es díficil encontrar la información correspondiente a cada candidato en cada uno de los estados, y en algunos casos no se sabe de manera oficial quiénes están registrados como candidatos (casos de Jalisco, Querétaro y Tabasco). Para corroborar esta información, entrar a las páginas web de los distintos institutos electorales locales:

www.ieej.org.mx/
www.iepct.org.mx/
www.ieq.org.mx/

¿Cómo votar INDEPENDIENTE?

Todos los días me he encontrado con anuncios de VOTA INDEPENDIENTE, en el facebook me han llegado muchas invitaciones para unirme a grupos que buscan el VOTO INDEPENDIENTE, sin embargo, si el día de hoy fueran las elecciones y yo quisiera votar de forma independiente, no sabría por quien votar.

Existen movimientos como el de Elisa de Anda y otros que piden que votes en la casilla en blanco y que pongas el nombre del Ciudadano al que desearías que fuera Diputado.

http://www.votaindependiente.org.mx/

Otro movimiento que pide que se vote por un artista muerto, es decir que la mejor protesta en contra de los partidos y de cualquier persona que quiera llegar a ocupar un curúl en San Lázaro es colocando en la casilla en blanco el nombre de un artista muerto, por ejemplo Tin Tan, Pedro Infante, Frida Kahlo, Picasso, Diego Rivera, The Beatles, Selena, Jaime Sabines, entre otros.

A su vez, otra forma de crítica es colocando en la casilla en blanco el nombre de un personaje de ciencia ficción, por ejemplo Batman, Superman, Goku, Spiderman, entre otros.

Lo antes dicho me lleva a preguntarme:

¿Esto sirve de algo?

¿Cuál es la mejor forma de protesta?

y quizá la pregunta más importante

¿Voy a votar Intependiente?

jueves, 4 de junio de 2009



Ir a invetigación sobre lo ocurrido en la inundacion de Tabasco

La sociedad civil organizada: el gran faltante de la consolidación democrática en México

Si a cualquiera le preguntásemos sobre qué es el estado es muy probable que nos respondería lo siguiente: es el aparato de gobierno, el territorio y la población dentro de éste. Esa es la definición más extendida del Estado nación nacido de la Revolución Francesa. Sin embargo la vida democrática actual no debe limitarse a aquellos tres elementos. El modelo democrático occidental tiene dos orígenes históricos: el representativo y el participativo. El participativo proviene de la polis griega en la que el ciudadano ocupaba cargos públicos de manera directa sin partidos de por medio. La tradición representativa nace con el Imperio Romano. Su gran extensión llevó a la necesidad de crear representantes para encargarse de lo público, el famoso Senado. Pero volviendo a la definición del Estado la más reciente definición menciona a tres actores: el mercado, el aparato gubernamental y la sociedad civil. El Estado es compuesto por estas tres partes que intervienen en lo público como iguales. Los gobiernos de las democracias más modernas y operantes cuentan con una sociedad civil que reconocen y apoyan (con recursos públicos). La sociedad civil organizada se encarga de monitorear y evaluar las políticas públicas y a su vez se encargan de intervenir en diferentes ámbitos de la vida pública, desde la atención a grupos vulnerables hasta la defensa de causas ambientales. En México hace falta mayor presencia de este sector, en parte por su falta propia de organización y el escepticismo de la clase política a ceder sobre su control monopólico de lo público. Sin embargo una democracia consolidada se fortalece de tener una sociedad civil organizada participativa. Buena parte del cortoplacismo inherente a la clase política mexicana puede superarse con la participación ciudadana. Así se lograría promover realmente una agenda que busque atender problemas al largo plazo como el cambio climático. Buena parte de las medidas tomadas por el actual gobierno francés para alcanzar la sustentabilidad de sus edificios han sido armadas y evaluadas por diferentes organizaciones de la sociedad civil dedicadas a la conservación del medio ambiente. Así los dos orígenes históricos se fusionan en los modelos democráticos más consolidados: la representatividad, gubernamental, comparte la tarea de cogobernar con la participación de la ciudadanía. Esa es la gran diferencia entre una democracia a medias tintas como la nuestra y las más modernas.

Los multiples Méxicos a elección

Para nadie es un secreto que en nuestro país se viven realidades y condiciones de vida muy contrastantes. Basta echar un ojo a los indicadores económicos y sociales de las distintas regiones para comprender que las necesidades de las distintas localidades varían considerablemente respecto a las de otras.

Mientras en la delegación Benito Juárez del Distrito Federal tan sólo mueren en su primer año de vida 3 de cada mil niños nacidos vivos, en el municipio de Mezquitic en Jalisco esta cifra se eleva a casi 77 niños. Mientras en el municipio de San Pedro Garza García en Nuevo León el ingreso promedio anual es de casi 34 mil dólares, en el municipio de Landa de Matamoros en Querétaro esta cifra apenas alcanza los mil 650 dólares. Mientras la tasa de alfabetización en Cananea, Sonora, rebasa el 98%, en Santa Catarina, San Luis Potosí, apenas llega al 65%. De la misma forma que entre regiones, la desigualdad también se manifiesta de forma escandalosa al interior de los estados. Por ejemplo, en el Estado de México mientras en el municipio de San José del Rincón la población apenas alcanza un ingreso promedio anual de 2 mil 600 dólares, en Metepec el ingreso promedio casi alcanza los 17 mil dólares anuales.

Desde estas cifras, nos surgen algunos cuestionamientos en torno al grado de conciencia de los partidos políticos y candidatos sobre esta situación. ¿Son congruentes las campañas y los discursos políticos con esta realidad? Al tratar de encontrar las diferentes propuestas de los candidatos a presidencias municipales o a diputaciones locales y federales de diferentes lugares del país, nos hemos encontrado con el hecho de que en gran parte de los casos o este tipo de información no está disponible o las propuestas son demasiado generales como para aterrizar en la problemática particular de cada lugar. La reflexión sobre la elección del candidato por el cual se va a votar en muchos casos sólo cuenta con el contenido de las plataformas políticas de los partidos, lo cual desde luego no representa la problemática concreta que se vive en cada localidad.

Al parecer seguimos un modelo de realización de campañas políticas a todos los niveles que no se basa en propuestas para solucionar los problemas concretos de cada lugar o en iniciativas para buscar su desarrollo, sino en estrategias para establecer vínculos con grupos de poder para asegurar grandes apoyos de todo tipo, y en procedimientos populistas que consigan un mayor número de votos. La impresión que queda es que el bien de la comunidad es un interés muy secundario para gran parte de los candidatos. Cada localidad requiere representantes que trabajen efectivamente a favor de las necesidades de su comunidad y, por su parte, el país en su conjunto requiere entender que necesita un proyecto de nación hacia el cual encaminarse, y que no será posible alcanzar el bienestar y la estabilidad social mientras la desigualdad persista.

miércoles, 3 de junio de 2009

¿La anulación como participación?


La promoción del voto nulo en las próximas elecciones del 5 de julio, parece cobrar fuerza no sólo entre sectores claramente inconformes de la ciudadanía, sino también entre intelectuales e incluso algunos políticos, con una campaña de los llamados “anulistas”, que llegan a la ciudadanía a través de la red.
Partiendo de que el ejercicio del voto es un deber cívico, una responsabilidad ciudadana de todo aquél que se sienta comprometido con el resto de la sociedad, ¿se podría hablar de la anulación como una forma de participación?
Es cierto que es nuestro deber escoger a nuestros representantes, sin embargo ¿qué sucede si ninguna de las opciones que los partidos registrados ofrecen nos parece rescatable? ¿Qué pasa cuando el panorama de la plantilla de candidatos me parece absolutamente desolador? ¿Aún así debo escoger la menos mala de mis opciones?
Bajo el lema de “Para políticos nulos, votos nulos”, los “anulistas” invitan a la ciudadanía a levantar una protesta colectiva por la terrible manera en que hemos visto actuar a nuestra clase política. ¿Será que hemos llegado al punto en que nuestra participación implique la anulación, pidiendo con ello la depuración de la clase gobernante y el sistema político?

lunes, 1 de junio de 2009

Promesas demagógicas


El periodista norteamericano Henry Louis Mencken alguna vez dijo que "el demagogo es aquél que predica doctrinas que sabe falsas a hombres que sabe idiotas".

Y en referencia a la imagen ¿qué forzaría a este candidato a renunciar? En nuestro país no contamos con mecanismos para hacer estas promesas de campaña efectivas como el referendum revocatorio.

La nueva democracia

Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia.
-
Platón (427 AC-347 AC) Filósofo griego.





La realidad sin embargo, es terca y ajena a las doctrinas y los principios de esa democracia. Hoy por hoy, y desde nuestros más lejanos orígenes incluyendo desde la pre-hispana hasta el día de hoy, la miseria humana ha tergiversado la doctrina y sus principios, y llama orgullosamente el control absoluto de un grupo selecto, o clase social como la muy famosa y referida “democracia mexicana”. La división formal de poderes que se encuentra fácilmente en el texto constitucional se he pervertido. Ha sido pervertida por los hombres que sin descanso buscan su privilegio personal o la de un grupo y para lograrlo se ponen al servicio de los intereses del privilegio llamado comúnmente; puesto de elección popular. Han existido, sin duda, célebres excepciones que confirman lo contrario a este dañino proceso desde la constitución de Apatzingan pasando por la constitución liberal y la constitución social de 1917. Sus reformas, sin embargo, han estado predominantemente dirigidas a consolidar el control de los cazadores de la riqueza y de los “representantes del pueblo” subordinados alegre e incondicionalmente a su servicio, al menos como formalidad de papel pues la realidad es otra.

Basta recordar en los obscuros y envilecidos tiempos de hoy, la vergüenza nacional de lo que fue la ley televisa. En dónde estaban los augustos representantes del pueblo y los partidos dedicados a velar por el interés de la nación ¿En dónde estaban? En ninguna parte. La distancia entre los principios y la doctrina de la democracia y la aberrante realidad de la nación cubrió por igual a todos los partidos políticos y todos los “representantes populares”.