jueves, 4 de junio de 2009
Los multiples Méxicos a elección
Para nadie es un secreto que en nuestro país se viven realidades y condiciones de vida muy contrastantes. Basta echar un ojo a los indicadores económicos y sociales de las distintas regiones para comprender que las necesidades de las distintas localidades varían considerablemente respecto a las de otras. 
Mientras en la delegación Benito Juárez del Distrito Federal tan sólo mueren en su primer año de vida 3 de cada mil niños nacidos vivos, en el municipio de Mezquitic en Jalisco esta cifra se eleva a casi 77 niños. Mientras en el municipio de San Pedro Garza García en Nuevo León el ingreso promedio anual es de casi 34 mil dólares, en el municipio de Landa de Matamoros en Querétaro esta cifra apenas alcanza los mil 650 dólares. Mientras la tasa de alfabetización en Cananea, Sonora, rebasa el 98%, en Santa Catarina, San Luis Potosí, apenas llega al 65%. De la misma forma que entre regiones, la desigualdad también se manifiesta de forma escandalosa al interior de los estados. Por ejemplo, en el Estado de México mientras en el municipio de San José del Rincón la población apenas alcanza un ingreso promedio anual de 2 mil 600 dólares, en Metepec el ingreso promedio casi alcanza los 17 mil dólares anuales.
Desde estas cifras, nos surgen algunos cuestionamientos en torno al grado de conciencia de los partidos políticos y candidatos sobre esta situación. ¿Son congruentes las campañas y los discursos políticos con esta realidad? Al tratar de encontrar las diferentes propuestas de los candidatos a presidencias municipales o a diputaciones locales y federales de diferentes lugares del país, nos hemos encontrado con el hecho de que en gran parte de los casos o este tipo de información no está disponible o las propuestas son demasiado generales como para aterrizar en la problemática particular de cada lugar. La reflexión sobre la elección del candidato por el cual se va a votar en muchos casos sólo cuenta con el contenido de las plataformas políticas de los partidos, lo cual desde luego no representa la problemática concreta que se vive en cada localidad.
Al parecer seguimos un modelo de realización de campañas políticas a todos los niveles que no se basa en propuestas para solucionar los problemas concretos de cada lugar o en iniciativas para buscar su desarrollo, sino en estrategias para establecer vínculos con grupos de poder para asegurar grandes apoyos de todo tipo, y en procedimientos populistas que consigan un mayor número de votos. La impresión que queda es que el bien de la comunidad es un interés muy secundario para gran parte de los candidatos. Cada localidad requiere representantes que trabajen efectivamente a favor de las necesidades de su comunidad y, por su parte, el país en su conjunto requiere entender que necesita un proyecto de nación hacia el cual encaminarse, y que no será posible alcanzar el bienestar y la estabilidad social mientras la desigualdad persista.
Mientras en la delegación Benito Juárez del Distrito Federal tan sólo mueren en su primer año de vida 3 de cada mil niños nacidos vivos, en el municipio de Mezquitic en Jalisco esta cifra se eleva a casi 77 niños. Mientras en el municipio de San Pedro Garza García en Nuevo León el ingreso promedio anual es de casi 34 mil dólares, en el municipio de Landa de Matamoros en Querétaro esta cifra apenas alcanza los mil 650 dólares. Mientras la tasa de alfabetización en Cananea, Sonora, rebasa el 98%, en Santa Catarina, San Luis Potosí, apenas llega al 65%. De la misma forma que entre regiones, la desigualdad también se manifiesta de forma escandalosa al interior de los estados. Por ejemplo, en el Estado de México mientras en el municipio de San José del Rincón la población apenas alcanza un ingreso promedio anual de 2 mil 600 dólares, en Metepec el ingreso promedio casi alcanza los 17 mil dólares anuales.
Desde estas cifras, nos surgen algunos cuestionamientos en torno al grado de conciencia de los partidos políticos y candidatos sobre esta situación. ¿Son congruentes las campañas y los discursos políticos con esta realidad? Al tratar de encontrar las diferentes propuestas de los candidatos a presidencias municipales o a diputaciones locales y federales de diferentes lugares del país, nos hemos encontrado con el hecho de que en gran parte de los casos o este tipo de información no está disponible o las propuestas son demasiado generales como para aterrizar en la problemática particular de cada lugar. La reflexión sobre la elección del candidato por el cual se va a votar en muchos casos sólo cuenta con el contenido de las plataformas políticas de los partidos, lo cual desde luego no representa la problemática concreta que se vive en cada localidad.
Al parecer seguimos un modelo de realización de campañas políticas a todos los niveles que no se basa en propuestas para solucionar los problemas concretos de cada lugar o en iniciativas para buscar su desarrollo, sino en estrategias para establecer vínculos con grupos de poder para asegurar grandes apoyos de todo tipo, y en procedimientos populistas que consigan un mayor número de votos. La impresión que queda es que el bien de la comunidad es un interés muy secundario para gran parte de los candidatos. Cada localidad requiere representantes que trabajen efectivamente a favor de las necesidades de su comunidad y, por su parte, el país en su conjunto requiere entender que necesita un proyecto de nación hacia el cual encaminarse, y que no será posible alcanzar el bienestar y la estabilidad social mientras la desigualdad persista.
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